A CALLES
ABADA, CALLE DE LA
Se encuentra entre la Plaza del Carmen y la calle de Jacometrezo. Se dice que el nombre procede de un elefante y de una abada o rinoceronte hembra, que el gobernador de Java regaló a Felipe II, y que al parecer se quedaron en esta zona, en las llamadas eras del convento de San Martín. Sin embrago parece poco probable que los animales permanecieran en este descampado existiendo varios parques en Madrid que les podrían haber dado cobijo. Otra versión dice que en el siglo XVI, unos saltimbanquis portugueses trajeron de Brasil una abada que enseñaban por dos maravedís en una barraca instalada en este lugar. Allí acudían niños y grandes a ver al animal, acosándole la mayoría de las veces con gritos y silbidos. Cierto día, un muchacho del cercano Horno de la Mata le dio a comer un panecillo recién hecho puesto en la punta de un palo, lo malo fue que el animal se abrasó y enfadado despedazó al pobre infeliz. El prior de San Martín expulsó a los saltimbanquis y mientras andaban recogiendo sus cosas el animal se escapó matando a veinte personas.
Afortunadamente fue capturado de nuevo en Vicálvaro. En el lugar donde murió el chiquillo se levantó una cruz de palo, y a partir de entonces la abada dio nombre al paraje que posteriormente sería la calle.
ABADES, CALLE DE LOS
Entre las calles de Embajadores y Mesón de Paredes. Debía el nombre a los opulentos hermanos Rodrigo y García Abad, conocidos como los Abades, cuya casa se hallaba situada en esta calle. Los hermanos fueron regidores de la villa, repartían sus rentas en obras de caridad y fueron los primeros y principales valedores del cercano convento de Teatinos, situado en la calle del Oso.
ABTAO, CALLE
Entre las calle Arias Montano y la avenida de Ciudad de Barcelona. El nombre de esta calle, como la mayoría de este barrio, recuerda las hazañas de la marina española en el Pacífico (nombre este que sirvió para denominar a todo el barrio), Esta se puso es recuerdo del triunfo de la batalla naval de Abtao, frente a la isla de igual nombre, ocurrida el 7 de febrero de 1866 entre fragatas españolas (formada por las fragatas de hélice Villa de Madrid y Blanca) y la escuadra chileno-peruana (formada por la fragata de hélice Apurimac, las corbetas Unión y América, la goleta Covadonga y los vapores Lautaro y Antonio Varas)) en el ámbito de la guerra hispano-sudamericana. La acción se redujo a un cañoneo s gran distancia sin resultados concluyentes, en el que no llegaron a tomar parte activa de los dos vapores.
ACACIAS, PASEO DE
Entre las Glorietas de Embajadores y de las Pirámides. Tomaba el nombre delos árboles que se plantaron cuando se abrió el paseo a mediados del siglo XIX.
ACADEMIA, CALLE
Entre las calles de Ruiz de Alarcón y Alfonso XII. El nombre lo debe a la Real Academia Española, fundada en 1715 por Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena, y se traslada a esta calle en 1894.
ACUERDO, CALLE DEL
Entre las calles de Noviciado y Alberto Aguilera. Según se cuenta hay dos orígenes para el nombre de esta calle. La primera dice que una joven de un pueblo de Santander, llevada por su devoción, cogió el Niño Jesús que tenía en brazos una imagen de la Virgen para darle santo culto. En el camino se encontró con un peregrino que le pidió una limosna, y ella le contó sus deseos de ser monja. El peregrino le indicó que en Madrid se estaba fundado un convento- el de las Comendadoras de Santiago- por lo que la joven se encaminó a Madrid. Llegó , cansada y desorientada, hasta la puerta de la antigua imprenta de Quiñones, en la vecina calle de igual nombre. Cuando la joven contó que andaba buscando un convento cercano que se acababa de fundar, la mandaron al de las Comendadoras, en cuya portería vió un retrato del apóstol Santiago a quien ella reconoció en la figura del peregrino: ” Sí, yo me acuerdo, este es el peregrino que yo he visto”. De estas palabras quedó el nombre de la calle. La joven profesó en el citado convento, y la imagen del Niño Jesús, de gran devoción hasta hoy, pasó a ser conocida como el Niño Montañés. Otra leyenda dice que para la fundación del convento de las Comendadoras de Santiago existió la discrepancia de si traer a las primeras religiosas del monasterio de Santa Fe, de Toledo o del convento de Santa Cruz, de Valladolid. Finalmente, se decidió traer a estas últimas firmándose el acuerdo en la citada imprenta de Quiñones.
ADUANA, CALLE DE
B CALLES
C CALLES
D CALLES
E CALLES
F CALLES
G CALLES
H CALLES
R CALLES
ROSA, CALLE DE LA
Hoy en el callejero de Madrid, podemos encontrar muchas calles que están relacionadas con las mujeres que hicieron su historia en Madrid : Calle de Beatriz Galindo, Amazonas, Concepción Arenal, Arganzuela, Dos Hermanas, Esperanza, Isabel Tintero, Magdalena, Maldonadas, Manuela Malasaña, la Priora, y muchas más.
Comenzamos nuestro recorrido por los nombre de las calles de Madrid, con la Calle de la Rosa, entre las calles del Ave María y Santa Isabel, en el Barrio de la Lavapiés.
Se llama así por una venta o ventorrillo que había aquí cuya dueña se llamaba Rosa. El negocio fue degenerando y se convirtió en un lugar de maleantes, ladrones, contrabandistas, y prostitutas. El ventorrillo desapareció cuando fueron expulsados de aquel barrio los moriscos y las mujeres de mal vivir, el alcalde de Casa y Corte, Don Gaspar Ortiz, mandó cerrarlo , abriéndose en su lugar una calle que tomó el nombre de la ventera. Parece ser que primero se dio a la calle el nombre del Ventorrillo de la Rosa y luego, simplemente, la Rosa.